El confinamiento por la pandemia de Covid-19 trajo dos años de teletrabajo; y luego, el paulatino “retorno a la normalidad”, instaló de nuevo la necesidad de asistir a la oficina. Toda esta transición derivó en 4 posturas: quienes prefieren desarrollar sus funciones de forma 100% remota, los que gustan o requieren de un 100% de presencialidad, otro grupo que opta por el formato híbrido (días en la oficina y días en casa) y quienes buscan la flexibilidad, es decir, poder disponer y organizar de manera autónoma las horas que destinarán a teletrabajar y a acudir presencialmente al lugar de trabajo, además de horarios de entrada y salida.

El caso de Chile y cuál es la tendencia hoy

“La mejor cara del teletrabajo la veremos post pandemia”, señaló Fernando Arab, ex subsecretario del Trabajo, en el capítulo del Café de las 3 titulado «Teletrabajo y Gamers: ¿son el talento del futuro?», en colaboración con Reqlut. También indicaba que “hay que diferenciar lo ha sido el teletrabajo en tiempos de pandemia y lo que será el teletrabajo post pandemia. En primera instancia, la transición fue abrupta, hubo poca capacitación y se demostró que las labores domésticas y de cuidado no estaban correctamente conciliadas”, enfatizó.

Pero, ¿cuál es la tendencia hoy? ¿El teletrabajo trajo más ventajas o desventajas? ¿Su factibilidad depende de cada caso, situación, industria o rol?

Según una entrevista realizada por el diario Emol a Ignacio Puebla, Psicólogo y Jefe del Departamento de Factores Humanos de la Mutual de Seguridad, sobre la investigación titulada «Pandemia y percepción sobre riesgos y preferencias en el retorno laboral 2022″, un estudio elaborado por Mutual de Seguridad, sostiene que un 78% de los encuestados trabaja de manera presencial, mientras que un 14% lo hace en formato híbrido. Solo el 8% continúa en formato totalmente remoto. “Tras dos años de pandemia, la modalidad presencial y la híbrida parecen ser las predilectas”, plantea el informe. El 41% de los encuestados prefiere la presencialidad y el 38,9% la jornada híbrida. El 19,7% se posiciona hacia la opción de teletrabajo.

Otro estudio realizado por Wework en marzo de 2022, llamado «Redefiniendo los modelos de trabajo en Latinoamérica», plantea que en Chile “el 88% de los encuestados señaló que el trabajo híbrido es el modelo ideal post pandemia, seguido por el teletrabajo con un 8%, y solo un 4% mantendría el trabajo presencial”.

Analizando estos datos, finalmente se concluye que, al margen de las preferencias o deseos del grupo encuestado como muestra para esta investigación,  el 78% de la fuerza laboral chilena, según lo recogido por la Mutual de Seguridad, está asistiendo presencialmente a las oficinas tras el fin de la pandemia.

La presencialidad, al menos en la capital, Santiago —considerando tanto a estudiantes como trabajadores— comenzó a notarse con fuerza en las calles, transeúntes, vehículos particulares y ocupación del transporte público. Según el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones del Gobierno de Chile, al comparar marzo de 2021 con el mismo mes del presente año, la congestión vehicular aumentó en un 40% en hora punta (7:00 a 9:00 hrs – 17:00 a 19:00 hrs). 

Y ahora, una vez revisadas las tendencias en cuentos a los formatos de trabajos, veamos qué está sucediendo con los nuevos modelos de trabajo que están surgiendo, y que guardan relación con los formatos de trabajo expuestos anteriormente (presencial, remoto, híbrido y teletrabajo), ya que esta variedad de fórmulas, también conlleva cambios y transformación en las competencias profesionales emergentes que guiarán la evolución de los próximos años.

Knowmads: la flexibilidad sí es posible

“Vivimos en una sociedad líquida donde el cambio es constante. La capacidad de gestionar el cambio de manera natural y tranquila es el punto destacado de los knowmads”, señala la periodista Raquel Roca en su libro “Knowmads: los trabajadores del futuro”. 

«Know», conocer, y «mads» que significa nómadas, deriva en la traducción al español de «nómadas del conocimiento».

Pere Palés, actual Country Manager en Chile de The Valley Digital Business School, quien participó junto a Gastón Ramos,  Director de Planificación y Seguimiento estratégico en el DUOC, durante la entrevista que realicé en otro capítulo del Café de las 3 con Reqlut, define a los knowmads como “todo profesional creativo, innovador, que puede trabajar en prácticamente cualquier entorno, con cualquier persona, momento y lugar”.

Más allá de lo técnico, plantea, “es el profesional que es consciente del contexto, que vive en un mundo cambiante de forma permanente y que es absolutamente consciente de que tiene que generarse herramientas casi de forma permanente para sobrevivir a ese contexto y poder construir una oferta de valor que lo haga competitivo”. Uno de los puntos más relevantes sobre la definición del término que nos entregó fue: “Es un profesional que pone en práctica horarios flexibles, que tiene versatilidad tecnológica en toda regla. Es un profesional que entiende que los marcos laborales están en constante evolución y que cambiarán en los próximos años”.  El knowmad es también, “un profesional que se siente socio, no empleado de la compañía donde pertenece. Es un profesional que se siente prestador de valor y que conoce bien el valor de la conciliación”.

En conclusión, la pandemia por Covid -19 trajo consigo la necesidad de actuar rápidamente ante las circunstancias, acelerando el proceso de transformación y cambio que se había proyectado en la esperada «4ta revolución industrial», derivando en una aceleración profunda de esos procesos, obligando a todo el ecosistema a adquirir inmediatamente nuevas formas de sortear un mar lleno de obstáculos y donde nos vemos inmersos en el desafío de implementar, aprender y adquirir nuevas herramientas, estrategias y modelos, acordes a la evolución que estamos experimentando. Esto supone una gran oportunidad para innovar, desarrollar nuestro sentido de la adaptación y la capacidad de navegar en un estado de incertidumbre permanente y agilidad digital, a la par que también pone a prueba a las organizaciones y las personas, las cuales tendrán que subirse a revolución, para no quedarse atrás o incluso llegar a la desaparición.

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