A estas alturas de la pandemia, ya nos hemos acostumbrado al término “reinventarse”, tanto que en algunos casos lo aplicamos a cualquier situación, o nos vamos al otro extremo y lo entendemos como un cambio radical en nuestra vida y nuestro ser, y realmente no se trata ni de una cosa ni de la otra. Entonces, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a la reinvención profesional?

Bien, lo primero que vamos a analizar es cómo hemos llegado hasta aquí y por qué queremos profundizar o conocer más sobre la reinvención profesional. ¿Qué ha sucedido para que tengamos que salir de nuestra zona de confort o plantearnos algunas decisiones?

En muchos casos, esta búsqueda viene dada por una situación que se torna diferente, probablemente complicada, ya que no son tantas las personas que deciden o se plantean reinventarse cuando todo les va bien, a no ser que tengan una inquietud natural para ello.

Ya sea la falta de oportunidades en el campo profesional, un despido laboral, crecimiento profesional o una crisis de cualquier índole, como la que estamos viviendo actualmente y que generará cambios más profundos, incluso que otras crisis sucedidas a lo largo de la historia, el primer impulso que nos motiva a pensar en la reinvención profesional es la necesidad de un cambio, bien de forma voluntaria o porque las circunstancias del entorno lo requieren.

“Renovarse o morir”

Para algunas personas, esto conllevará grandes obstáculos ya que un cambio puede resultar aterrador, incierto y arriesgado y a nadie le gusta fracasar, y otras lograrán ver las oportunidades que este tipo de situaciones traen consigo. Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español decía que “el progreso consiste en renovarse”, lo que dio pie a la frase que actualmente conocemos como “renovarse o morir”. Pues bien, reinventarse en estos tiempos tiene que ver con eso.

En primer lugar, te encuentras con una situación que de una u otra forma altera tu vida y tus planes. Si has sido desvinculado o desvinculada de tu trabajo, normalmente tratarás de volver a emplearte de forma tradicional, es decir, buscarás otro empleo. Si tu caso es que has decidido emprender o auto-emplearte, vas a reflexionar sobre qué productos o servicios puedes ofrecer, y si lo que quieres es destacar en tu trabajo e innovar, buscarás la forma de abordar tus objetivos de otra manera. En todos los casos, tendrás que modificar tu manera habitual de pensar. Además, en el contexto actual, donde todo avanza tan rápido y la velocidad de implementación de soluciones y procesos, como hablábamos en el artículo “Empleabilidad y tendencias del mercado laboral”, se ha visto forzosamente incrementada a causa de la pandemia por COVID-19, es más necesario que nunca trabajar en nuestra reinvención profesional para dar respuestas ágiles y poder subirnos a este tren del cambio.

Volvamos a la pregunta inicial, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a la reinvención profesional? ¿Significa empezar de cero? ¿Volvernos personas totalmente distintas? En absoluto, reinventarse no significa cambiar quienes somos, sino cambiar la forma en que abordamos quienes somos y lo que hacemos, es decir, generar un cambio de paradigma, abrir nuestra mente, derribar las creencias que nos auto-limitan y modificar nuestra mentalidad. Se trata de un proceso de crecimiento personal y profesional donde la clave sobre la que girará todo es la AUTOCONFIANZA y la ACTITUD. No se trata de hacer unos cursos y listo, a eso le llamamos “reciclarnos”, sino que tiene mucho que ver con sobrevivir a los cambios y sentirnos satisfechos y satisfechas con nuestro desarrollo personal y profesional, como señala el autor Dr. Mariano Alonso Puig, en su libro “Reinventarse – Tu segunda oportunidad”. Incluso aunque cambiemos de industria o hagamos algo totalmente diferente a lo que solíamos hacer, no será un inicio desde cero, ya que nuestras vivencias personales y nuestra experiencia profesional previas, nos seguirán acompañando durante todo el camino.

¿Por dónde empiezo?

Ahora que ya comprendemos lo que significa reinventarnos y decidimos materializarlo, lo primero que nos preguntaremos será: ¿y por dónde empiezo? Para mí, el primer paso es establecer un plan de trabajo, esto es fundamental para estructurar el camino a lo largo de todo el proceso. Una vez que tenemos claro cómo nos vamos a organizar y cuánto tiempo vamos a dedicar a esta tarea, podremos trabajar sobre lo siguiente:

  1. Análisis personal: Esta primera etapa tiene que ver con nuestras pasiones, con la reflexión sincera y profunda en torno a nuestras fortalezas, nuestras competencias, con volver a conectar con lo que nos ilusiona, nos motiva y entregarle un sentido a lo que hacemos o a lo que queremos hacer. También será muy importante identificar nuestros puntos de mejora e indagar sobre cómo queremos proyectarnos.

No hay nada que alimente tanto la creatividad y la motivación como una buena conversación

  1. Preguntar a otros: A veces nos encontramos en un momento en el que nos sentimos bloqueados, por lo que no somos capaces de darnos cuenta de cuáles son nuestros talentos, en qué somos buenos y cuál es nuestro valor añadido. Debemos procurar rodearnos de personas que nos impulsen a sacar lo mejor de nosotros, nos ayuden a crecer y nos entreguen otros puntos de vista. Estas personas son nuestros familiares, amigos y compañeros. No hay nada que alimente tanto la creatividad y la motivación como una buena conversación con otros. No dudes en preguntarles a ellos cómo te ven.
  1. Ahora que ya sabes quién eres y lo que quieres hacer: busca referentes del sector al que te quieres dirigir o donde quieres innovar, contacta con ellos siempre que sea posible y comparte inquietudes, esto te inspirará mucho y te ayudará en este trayecto.
  1. Define tu marca personal: esto será fundamental para tu desarrollo. Si quieres profundizar en este tema, te recomiendo a Arancha Ruiz, gran experta en esta materia.
  1. Fórmate: Investiga y fórmate si es necesario, esto te acercará a tu objetivo además de entregarte una visión más especializada.
  1. Trabaja tu red de contactos: como hablaba en el artículo La búsqueda laboral en momentos de crisis, esto es indispensable en cualquier ámbito en el que nos desarrollemos.
  1. Actúa: Ya tienes todas las herramientas para tu reinvención profesional, así que no tengas miedo de lanzarte.

 

Reinventarse no es algo que suceda de la noche a la mañana, puede llevarte meses, años o incluso vivir en una permanente reinvención, no esperes resultados inmediatos. Ocúpate de tu energía, cuida tu alimentación, descansa y realiza una rutina de ejercicios regularmente, es un camino largo y requiere de esfuerzo, pero sin duda con una gran recompensa durante todo el proceso.