Como comentaba en entradas anteriores, la pandemia por COVID-19 ha supuesto la necesidad de realizar cambios profundos en todos los ámbitos y dimensiones humanas y profesionales a gran velocidad, poniendo a pruebas el ingenio de las personas, empresas, organizaciones e instituciones, forzándonos a rediseñar los modelos y aprendiendo a vivir en una constante, la incertidumbre. El desempleo aumenta cada día, en muchos países aun en cuarentena, no se tiene la libertad de poder moverse para buscar un empleo, y en otros casos, los procesos se han visto detenidos y puestos en pausa, a la espera de la evolución de la situación, o definitivamente cancelados a causa de los recortes presupuestarios. Muchas empresas no sobrevivirán a esta crisis, otras lograrán reinventarse, y otras emergerán como nuevas oportunidades y esperanza para el futuro.
En el contexto de la Educación Superior, desde las áreas de empleabilidad y unidades académicas de las instituciones se trabaja a destajo para ayudar y dar soporte a los estudiantes y Alumni, buscando soluciones a las prácticas profesionales y entregando herramientas de fortalecimiento de habilidades para el empleo a sus estudiantes y graduados.
Bajo esta situación, ¿qué podemos hacer si nos encontramos en un proceso de búsqueda o cambio laboral? Ya he preparado mi CV, paso los días en los portales de empleo, pero no hay nada nuevo, o no me llaman porque los procesos se encuentran congelados… ¿qué más puedo hacer en este período?
Hoy comparto algunas pautas a seguir para enfrentar este período que nos ayudarán a diferenciarnos y estar preparados cuando el mercado laboral vuelva a activarse. Habrá más competencia en el mercado, y además todo será más digital que antes, por lo que estar dentro de la red será imprescindible a la hora de diseñar nuestro plan de desarrollo de carrera, búsqueda o reinvención laboral.
ACTITUD
A. Plan de trabajo
Buscar trabajo es en sí un trabajo, por lo que debo entregarle la dedicación y el empeño que le pondría a mi puesto de trabajo habitual. Establecer un plan de trabajo y una rutina será el primer paso para organizar nuestros días. Asignar horarios, vestirnos y asearnos, organizar nuestro lugar de trabajo y tratar de normalizar en lo posible nuestros hábitos, no sólo por ser ordenados o por higiene, sino porque la búsqueda laboral, como todo lo que nos rodea, empieza por nuestra ACTITUD.
B. Tendencias del Mercado Laboral
Para comenzar a planificar y diseñar nuestro plan de desarrollo profesional, deberemos fijarnos en cuáles son las necesidades y tendencias del mercado laboral para enfocar nuestros esfuerzos en dirigirnos hacia ellas, aumentando nuestras probabilidades de éxito. Realizar un estudio de mercado es esencial tanto si estamos buscando un empleo, queremos cambiar de trabajo o si estamos emprendiendo. Puedes revisar el post sobre las tendencias aquí.
C. Marca Personal
Definir nuestra marca personal será fundamental a la hora de orientar nuestros esfuerzos y nuestra búsqueda. También debemos revisar nuestra huella digital, ya que ésta puede impactar positiva o negativamente en nuestra marca. Puedes empezar buscándote en los distintos motores de búsqueda y ver qué aparece. Hoy en día el mundo digital viene acompañado de herramientas digitales que cada vez son más usadas por los reclutadores, por lo que es importante que puedan encontrarnos. Debemos proyectar nuestra imagen digital y cuidarla tanto como la presencial, teniendo en cuenta que esto no significa que finjamos ser alguien en la red que no somos, sino que nuestro yo digital sea coherente con quienes somos.
D. Redes de contacto
O también llamado Networking. En estos momentos, será crucial trabajar en fortalecer nuestra red de contactos. No me refiero a contactar personas en Linkedin de forma compulsiva para enviar tu CV, sino generar contactos para hacerte visible a las personas, grupos y organizaciones que te interesan, conversando con ellas, interactuando en las redes y/o generando contenido relevante mientras los procesos se reactivan. En ese camino conocerás a personas muy interesantes que, si bien probablemente no te ofrezcan un empleo, aportarán muchísimo a tu marca y propuesta de valor que estás construyendo.
E. Investigar y Formarnos
Complementar todos los pasos anteriores con nueva formación específica para adquirir destrezas, habilidades y conocimientos, supondrá un plus diferenciador. A la hora de elegir en qué te formarán, ya habrás estudiado las tendencias del mercado y sabrás hacia dónde te quieres dirigir. Si aún no lo tienes claro, investiga en la red, pero ten en cuenta lo siguiente, encontrarás muchísima información, tanta que te sentirás abrumado/a, debes intentar no caer en la “parálisis por análisis” y enfocarte en el nicho y aprendizajes que realmente deseas adquirir. Una pista para identificar si estás en ese estado, es cuando pasas varios días recogiendo información, y sin embargo sientes que no avanzas.
F. Reinventarnos
Últimamente la reinvención profesional es un término que aparece en las conversaciones de forma recurrente, a veces tanto que en algunos contextos puede perder su valor, sin embargo, es importante reflexionar sobre ello cuando nos encontramos ante una situación con múltiples posibilidades en la que podemos tomar diversos caminos. Reinventarnos no significa cambiar quienes somos. Las crisis, de la índole que sean, conllevan muchas cosas, pero sobre todo suponen un punto de inflexión en el que no podemos quedarnos como estábamos, es decir, nos saca de la zona de confort queramos o no. Reinventarse significa cambiar el paradigma, modificar la forma en que abordamos lo que somos y lo que hacemos. Lógicamente, esto genera un miedo intenso en las personas, angustia y ansiedad por tener que volver a empezar, pero no se trata necesariamente de volver al punto de partida, sino de tomar lo que tenemos, nuestro conocimientos, experiencias y recorrido profesional y de vida, para cambiar nuestra mentalidad y construir la versión mejorada de nosotros mismos. Y para ello necesitamos dos ingredientes fundamentales en abundancia, la humildad y la valentía para afrontar el gran crecimiento interior que transitar por el camino de la reinvención nos va a proporcionar.
G. Cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente
En este último punto están lo que yo denomino “mis 4”: cuerpo, mente, paciencia y perseverancia. Cuidar nuestra alimentación y sueño para tener energía, mantener una buena salud mental para generar pensamientos positivos, armarnos de paciencia porque el camino no es fácil ni tiene atajos y perseverar en nuestros objetivos son herramientas básicas que necesitaremos para que nuestro rendimiento y resultados den sus frutos. Nuestros cuerpos son máquinas naturalmente perfectas, pero es fundamental que lo cuidemos para que nos responda como necesitamos.
Aristóteles decía que “el ser humanos es sociable por naturaleza”, somos sensibles a los cambios emocionales que se producen en las personas que nos rodean, por ese motivo no hagas esto sólo o sola, apóyate en tu círculo más cercano y poco a poco amplíalo. Hay muchas personas pasando por lo mismo que tú en este momento, no estás solo/a.
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